Lina y Naga consguen unos pasajes para un viaje a los balnearios de la Isla de Mipross, por cortesía de unos aspirantes a bandidos (y antiguamente jefes de Naga). Navegan hacia la isla y contemplan sus paisajes, pero las cosas no van bien allí: la ciudad parece asaltada por ladrones y otros malhechores, y lo peor de todo es que ¡los baños termales (gracias al sensible olfato de Naga) resultan ser una farsa! Mientras tanto, Lina ha tenido una serie de sueños narrados por un anciano sobre el amor de un joven llamado Raudy por una doncella élfica, Meliroon. Este amor fue súbitamente interrumpido por la aparición de un demonio, Joylock, que destruyó la ciudad élfica y mató a Meliroon. Lina y Naga toman parte en la limpieza de la ciudad, y envían a los peores criminales ante el Rey. Pero el Rey y, en el sueño de Lina, el anciano (quien resulta ser Raudy envejecido) quieren que Lina haga algo más. Parece ser que Joylock ha vuelto para sembrar el terror en la parte norte de la isla, incluyendo la fuente de las dichosas aguas termales (así que por eso eran una farsa). Lina duda al principio, pero finalmente decide enfrentarse a Joylock, sólo para ver lo poderoso que es. Al final, no sólo deberá destruir a Joylock, sino que también el legado de terror extendido por toda la isla...
